DESARROLLO DE LA PIEZAS
Algo tiene Mario; y algo vio Jsé Nuñez en su amigo, cuando le pidió esa gauchada. Pero nadie lo dijo en forma explícita. Se trata de nosotros, lector que lo descubramos.
Comencemos por escuchar las cualidades que el maestro intuía en el juego: "El ajedrez es un modo alternativo de formación integral. Porque hay respeto, porque el niño crea, conoce y acepta los límites, porque lo obliga a buscar en sí mismo estrategias para resolver situaciones problemáticas, para que su personallidad sea fuerte, libre, autónoma y autosuficiente. Y no me equivoqué; con el paso del tiempo, el ajedrez provocó cambios positivos en la conducta y el rendimiento".
Ahora mismo Mario describe su labor y sus objetivos. Comunicación desde el silencio: "El niño quire jugar de inmediato, pero antes hay que crear una correcta comunicacion para que la información se haga conocimiento. Un día llegué por primera vez a una clase. La maestra me dijo: -'No sé, Mario, si usted podrá con ellos'. Y la directora lo mismo. Pero les dije que entraran conmigo, cruzaramos los brazos, y esperaramos. Al rato cuando, cuando nos vieron, empezaron a bajar y a bajar, y cuando más o menos yo pude 'meter una baza', con mi vozarrón de hombre, empece bien fuerte y lento: -'Bueno, ahora recién estamos en condiciones de comenzar esta clase. Vamos a hacer un buen silencio, para que podamos escucharnos y escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor'. Aquello fue 'shhh'. De repente, un ruido de motor que se aleja. Uno levanta la mano. -'Y usted, ¿como se llama?'. -'José'. Respondió. -'Entonces, José, ¿que fue eso?'. -'El fusca rojo del vecino de la otra esquina'. A partir de entonces la clase cambió. El silencio había conseguido comunicarme con los gurises".
Fijación y aceptación de límites: "Es clave que el niño participe en la fijación de las pautas. LLego a hablar con ellos y les pregunto qué es lo que piensan que necesita el ajedrez, y bueno, ellos mismos van razonando, y la maestra apunta en el pizarrón:'pensar, razonar, poner atención, concentración, comunicación'. Y les digo: -'Uds. saben que en otros deportes, el fútbol por ejemplo, se gritan los goles. ¿En el ajedrez pasa lo mismo?'. Y bué, ellos mismos se van dando cuenta. Y se anota: 'silencio y respeto'".
Respeto del otro: "Sia hay respeto, uno no puede decirle al otro 'dale, jugá, porque él tiene que pensar y vos tenés que dominar tus impulsos". Reflexión: "Todas esas cosas se van conversando y se anotan en un cuaderno y en el pizarrón. Por lo general, pido a la directora que este presente en las primeras clases. Y en una palabrita, lo llamamos 'compromiso'. Y ellos se dan cuenta que todo lo dijeron ellos que no lo impuse yo. Es el compromiso que todos vamos a mantener". Compromiso: "Pienso que en la base del trabajo está no faltar, porque vos le creás una expectativa a los gurises, y si faltas, le dejás una carga a la maestra. Porque el gurí está esperando la gimnasia, o la música, o el teatro, o el ajedrez; y si el profesor no viene, a la maestra se le va .... Poruqe el gurí está con eso. La maestra quiere hacer una propuesta que va con lo curricular y el alumno tiene otra cosa en la cabeza. Por eso, es importante no faltar".
Aceptación de los errores propios para superarlos: "Les digo: -'Miren, les doy tanta, tanta información, que es imposible que un niño normal la retenga toda. Asi que cualquier niño normal se va a equivocar. Y yo trabajo con niños normales. Por eso ustedes se van a equivocar. Pero todos vamos a aprender, y cada vez nos vamos a equivocar menos'".
Comencemos por escuchar las cualidades que el maestro intuía en el juego: "El ajedrez es un modo alternativo de formación integral. Porque hay respeto, porque el niño crea, conoce y acepta los límites, porque lo obliga a buscar en sí mismo estrategias para resolver situaciones problemáticas, para que su personallidad sea fuerte, libre, autónoma y autosuficiente. Y no me equivoqué; con el paso del tiempo, el ajedrez provocó cambios positivos en la conducta y el rendimiento".
Ahora mismo Mario describe su labor y sus objetivos. Comunicación desde el silencio: "El niño quire jugar de inmediato, pero antes hay que crear una correcta comunicacion para que la información se haga conocimiento. Un día llegué por primera vez a una clase. La maestra me dijo: -'No sé, Mario, si usted podrá con ellos'. Y la directora lo mismo. Pero les dije que entraran conmigo, cruzaramos los brazos, y esperaramos. Al rato cuando, cuando nos vieron, empezaron a bajar y a bajar, y cuando más o menos yo pude 'meter una baza', con mi vozarrón de hombre, empece bien fuerte y lento: -'Bueno, ahora recién estamos en condiciones de comenzar esta clase. Vamos a hacer un buen silencio, para que podamos escucharnos y escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor'. Aquello fue 'shhh'. De repente, un ruido de motor que se aleja. Uno levanta la mano. -'Y usted, ¿como se llama?'. -'José'. Respondió. -'Entonces, José, ¿que fue eso?'. -'El fusca rojo del vecino de la otra esquina'. A partir de entonces la clase cambió. El silencio había conseguido comunicarme con los gurises".
Fijación y aceptación de límites: "Es clave que el niño participe en la fijación de las pautas. LLego a hablar con ellos y les pregunto qué es lo que piensan que necesita el ajedrez, y bueno, ellos mismos van razonando, y la maestra apunta en el pizarrón:'pensar, razonar, poner atención, concentración, comunicación'. Y les digo: -'Uds. saben que en otros deportes, el fútbol por ejemplo, se gritan los goles. ¿En el ajedrez pasa lo mismo?'. Y bué, ellos mismos se van dando cuenta. Y se anota: 'silencio y respeto'".
Respeto del otro: "Sia hay respeto, uno no puede decirle al otro 'dale, jugá, porque él tiene que pensar y vos tenés que dominar tus impulsos". Reflexión: "Todas esas cosas se van conversando y se anotan en un cuaderno y en el pizarrón. Por lo general, pido a la directora que este presente en las primeras clases. Y en una palabrita, lo llamamos 'compromiso'. Y ellos se dan cuenta que todo lo dijeron ellos que no lo impuse yo. Es el compromiso que todos vamos a mantener". Compromiso: "Pienso que en la base del trabajo está no faltar, porque vos le creás una expectativa a los gurises, y si faltas, le dejás una carga a la maestra. Porque el gurí está esperando la gimnasia, o la música, o el teatro, o el ajedrez; y si el profesor no viene, a la maestra se le va .... Poruqe el gurí está con eso. La maestra quiere hacer una propuesta que va con lo curricular y el alumno tiene otra cosa en la cabeza. Por eso, es importante no faltar".
Aceptación de los errores propios para superarlos: "Les digo: -'Miren, les doy tanta, tanta información, que es imposible que un niño normal la retenga toda. Asi que cualquier niño normal se va a equivocar. Y yo trabajo con niños normales. Por eso ustedes se van a equivocar. Pero todos vamos a aprender, y cada vez nos vamos a equivocar menos'".
Tomado del boletín Saleciano de agosto de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario